No se trata sólo de negarse a “pagar piso” y denunciar, hay que proteger al denunciante

El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares exhortó a los comerciantes veracruzanos a denunciar en caso de estar siendo extorsionados por miembros del crimen organizado. No más pago de piso a los delincuentes nos dice este gobierno, sin embargo, este exhorto debe ir acompañado de acciones que nulifiquen las represalias por parte de los delincuentes. Los que han venido cobrando piso a los negocios en Xalapa desde hace muchos años no se van a conformar con que el “cliente” les diga que ya no va a pagar y punto; tampoco se va a quedar cruzado de brazos en caso de ser denunciado.

Para acabar con el pago de piso por parte de la delincuencia organizada se requiere de una coordinación efectiva entre el comerciante extorsionado y las autoridades. Se requiere además tener confianza en las autoridades y una policía eficiente. Cuando esto no es así los resultados son lo que sucedió la tarde del martes en la avenida México de la colonia La Lagunilla.

Según reportes, unos delincuentes que iban a cobrar piso a un chatarrero le dispararon hasta asesinarlo cuando éste se negó a pagar. No se trata sólo de negarse a pagar piso, sino de denunciar y brindar protección al denunciante.

Los medios críticos, no los chayoteros, contribuyen a un ambiente democrático

Los medios críticos, los que investigan, los que cuentan con periodistas que tienen un olfato especial, son considerados los peores enemigos de los políticos corruptos. Como muestra palpable ahí está Animal Político, gracias a la investigación de este grupo de profesionales, se supo el asunto de las empresas fantasma que utilizó Javier Duarte para robar la cantidad astronómica de dinero en Veracruz. Gracias a este medio, la PGR encontró los elementos para llevar a juicio a este ratero.

Otro caso muy marcado fue la investigación de la llamada Casa Blanca; el equipo de profesionales, comandado por la valiente Carmen Aristegui, puso en jaque al mismo presidente Peña Nieto. El contubernio y tráfico de influencias con una constructora puso al desnudo ante la sociedad mexicana, la gula de la primera dama, la actriz Angélica Rivera. Ésta fue expuesta por un medio crítico y desde luego el gobierno federal trató de descalificarlo y finalmente tomó represalias contra Aristegui y su grupo de profesionales.

Por eso es necesario que se valore el trabajo de los medios críticos, su permanencia es necesaria para el desarrollo de la democracia en todos los niveles de gobierno. El gobernante que permite el pleno desarrollo de los medios críticos, sin interferir en su trabajo, está abonando a generar un ambiente sano para la información crítica. Los medios chayoteros, esos no tienen de que preocuparse.

No tardan en emerger, de las cloacas de la política, las Reinis

El duartazgo fue la época en la que se empoderaron las Reinis, definido como un grupo de mujeres dedicadas a la política y que obtuvieron gran relevancia gracias al intercambio carnal. Las hubo regidoras, directoras de área, subsecretarias, diputadas, presidentas del Congreso, delegadas de alguna dependencia federal y hasta dirigentes sindicales. Solían reunirse en el restaurante Del tingo al tango donde las esperaba la comandanta Bertha Hernández, quien tenía a algunas en nómina en la CNC.

En su momento, uno de los que mejor definió a este grupo de damas dedicada a la política fue el periodista Édgar Hernández: «Esas son ni más ni menos, señoras y señores, las “Reinis” y su filial “Las Barbies”, las que llegaron para quedarse. A las que puede uno encontrar, si dispones de un buen billete para pagar opípara comida, en los restaurantes que frecuentan los políticos. Ahí se dejan ver. Es ahí desde donde lanzan miradas llenas de lascivia a secretarios y secretarias de despacho, diputados y diputadas y ya cuando no encuentran a nadie de estatura política se van sobre directores o hasta son capaces de entrarle con encargados de despacho».

Seguro es que estás damas se aficionaron al poder como el dipsómano al alcohol, de modo que en cualquier momento volverán a emerger. ¿Dónde andan estas féminas?

Las Reinis le hicieron fama a Duarte de ser un semental; todo para obtener poder y dinero

La revelación sobre el departamento y la Land Rover que Javier Duarte regaló a la viuda alegre Xóchitl Tress, es evidencia de que lo que andaban diciendo las Reinis era verdad; ellas se acostaban con Duarte para obtener beneficios políticos y monetarios. Para estas mujeres, que en poco disputarán ser candidatas del PRI o del verde para una diputación, decir que tenían sus queveres con Duarte era una forma de obtener cosas.

Ellas mismas se encargaban de correr el rumor de que se empiernaban con el gobernador para que así, al llegar a alguna dependencia a pedir algo, los secretarios o directores les otorgaban lo que pidieran sólo porque la señorita era la amante del preciso. Eso funcionó a muchas, que se empoderaron de tal manera que hasta aspiraban a ser presidentas de la República.

Ya nos imaginamos el diálogo entre una “güerita” y el gobernador: «¿Verdad gordito que me vas a hacer diputada y después senadora?»/ «Sí mi güerita chula, y hasta presidenta de la República si quieres». Claro, todo esto es ficticio, porque Duarte no tenía pinta de ser un gran semental.

Que a Duarte sólo se le podrían comprobar 38 millones robados; ¿eso es poquito para ellos, ladrones de enorme monta?

Ya lo dijimos en este portal, a los abogados defensores les pagan para decir que su cliente es inocente, si dijeran lo contrario no serían abogados defensores. Pero hasta para hablar de la inocencia de su cliente, los abogados deberían tener cierto pundonor. Lo decimos por la forma liberal con la que se refiere Marco Antonio del Toro sobre la inocencia de su cliente Javier Duarte. Del Toro, después de la golpiza jurídica que le dieran los fiscales el sábado en la segunda audiencia en la que vincularan a proceso a su cliente, se atreve a decir que las imputaciones en contra de Duarte son muy flacas.

El señor abogado, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, el santo de las causas imposibles, señala que hay muchas posibilidades de que su cliente salga en libertad. Él dice que no hay manera de probar que Javier Duarte haya ordenado la desviación de recursos públicos hacia manos privadas.

Él dice —como si 38 millones fueran pocos— que sólo esos 38 millones podrían ser comprobables. ¡Poca madre! Sabemos que fueron miles, pero qué clase de abogado termina reconociendo que su cliente si robó, pero que robó poquito, pues sólo le pueden comprobar 38 millones. ¿Eso es poquito para ellos, ladrones de enorme monta?

Seguramente, hasta el jabón chiquito le pagaron los veracruzanos a Javier Duarte

Seguramente la mayoría de los hombres no pondrá ningún reparo en reconocer que Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, mejor conocida como la viuda alegre, tiene los suficientes atributos anatómicos para atrapar las miradas del género masculino. Y es que durante la vida de Xóchitl Tress han desfilado varios hombres; el que fuera su esposo y terminara asesinado, Gregorio Barradas; al año se le vio en pleno romance con Rafael Rodríguez Gonzales, enemigo político de su difunto esposo, también se le vio muy cerca de un artista llamado Roberto junior, y finalmente nos hemos enterados que en la red de sus encantos y en la sinuosidad de sus curvas, derrapó Javier Duarte.

Tanto así que el regordete y malogrado político giró instrucciones para que se le comprara una camioneta, de las más caras, y un departamento donde pudiera dar rienda suelta a su debocado amor. Por esos tiempos se recordará que Duarte de Ochoa la hizo la mera-mera de Espacio Educativos en la SEV. Todo iba viento en popa para Javier Duarte, sin embargo, la clandestinidad de su amorío amorfo y disparatado, como dice Joaquín Sabina, «duró, lo que duran dos peces de hielo, en un wiski on the rocks».

Y es que un acomedido, de los que nunca faltan, le avisó a Karime, la que merecía abundancia de riquezas, que su esposo andaba chorreando miel por la de San Juan Evangelista. El enojo fue enorme; fiel a su estilo, el cese fue inmediato. Sin embargo, Duarte, aún con el aroma del toloache en sus narices, todavía tuvo el valor de asistir a una fiesta de su “chica sureña”. Nadie se asusta por la vida privada de alguien, lo que molesta en el ánimo de los veracruzanos es que alguien utilice los recursos públicos para andar de cola pronta, si alguien quiere hacerlo, que lo haga con su propio dinero.

El diputado Ricardo García desea que su padre no quede sin castigo; escupir pa’rriba

¿Se acuerda usted qué funcionario que acudió al noticiero de Ciro Gómez Leyva a defender la administración de Javier Duarte por el tema de las empresas fantasma? Uno de ellos fue Antonio Gómez Pelegrín, el otro fue Ricardo “Wikipedia” García Guzmán. Los dos armaron un mano a mano para echar abajo los argumentos del director de Animal Político, quien señalaba la enorme cantidad de irregularidades que había en un número enorme de empresas que habían recibido contratos del gobierno de Veracruz, pero cuyas direcciones eran una mera fachada.

El excontralor expresó: «Todas las empresas que son contratadas por el Gobierno del estado, cumplen cabalmente con todos los requisitos que tenemos preestablecidos para su contratación». García Guzmán señaló que todas las empresas mencionadas en el reportaje de Animal Político cumplieron cabalmente en el estado de Veracruz con la reglamentación a la que están sujetos los prestadores de servicio, y hay subcomité de adquisiciones, conformado no sólo por servidores públicos, sino también por cámaras empresariales y sociedad en general.

Pues a este encubridor de delitos se refiere el diputado Ricardo García Escalante cuando dice que no va permitir que el exgobernador Javier Duarte se quede sin castigo por todo lo que se robó y saqueó del estado de Veracruz junto con su camarilla. Esto es a lo que se llama escupir pa’rriba.

Javier Duarte podría salir de prisión, pero hasta 2067; eso esperamos los veracruzanos

En el caso de que se le demuestre a Javier Duarte el delito de delincuencia organizada, su sentencia podría ser 50 años de prisión. Es decir, Javier Duarte estaría saliendo en el año 2067 de la cárcel. Por supuesto, esa sentencia se podría reducir, y podría ser de 15, 20 o 30 años.

Mario Villanueva, exgobernador de Quintana Roo, es un precedente que ilustra lo que pudiera suceder con Javier Duarte. Villanueva Madrid fue detenido en mayo de 2001, después de estar dos años prófugo. 16 años después Mario Villanueva sigue purgando su condena. A Mario Villanueva se le condenó a 36 años de prisión por narcotráfico, quedando pendiente su sentencia por el delito de “Delincuencia organizada”.

Delincuencia organizada no es el único delito que se le achaca a Javier Duarte, también está pendiente demostrar los delitos por enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber. Los veracruzanos esperamos que todos esos delitos le causen sentencia, y se quede un buen rato en prisión, porque lo que hizo a Veracruz va a tardar muchos años en sanar.

Yunes Linares y la lectura, lo comenta Armando Ortiz en su columna

Comenta el escritor Armando Ortiz que su primer encuentro con Yunes Linares no fue para hablar de política sino de libros. Ellos se vieron en la oficina de un amigo común, a donde llegó Yunes Linares, quien no era ni diputado, para entregar el recorte de revista de un cuento de Eça De Queiroz. «Después de ese encuentro tan cordial no puede evitar sentir simpatía por él, por su afición por la lectura, por sus recomendaciones. Un día me encontré a Yunes Linares, acababa de ser designado diputado federal, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Duarte por evitarlo. Entonces se paseaba por los bajos de Palacio de Gobierno, como echando en cara a sus adversaros el triunfo conseguido.

»¿Qué están leyendo en la Quinta de las Rosas?, me preguntó. ¡Estaba enterado de mi taller con los adultos mayores en la Quinta de las Rosas! Entonces estábamos leyendo El Quijote y Cien años de soledad. Me habló de las ganas que tenía de visitar el taller, al tiempo que me recomendaba la lectura de un libro de poemas de Pablo Neruda, Los versos del capitán. Me contó con entusiasmo que el libro había sido publicado de manera anónima, sin que se supiera que el autor era Pablo Neruda.

»La leyenda dice que eran los versos de un poeta joven a una mujer que conociera en Italia. La mujer entregó los poemas a un editor, quien los publicó sin saber de quién eran, la mujer sólo le dijo que eran los versos de un capitán que la había enamorado. Once años más tarde Neruda confesaría que él era ese capitán y que el libro se gestó mientras vivía un romance con Matilde Urrutia». Dice Armando Ortiz que a ese lector le hubiera gustado encontrarse en la inauguración de la Feria del Libro.