La catafixia veracruzana. Sacan a Rogelio Franco de la cárcel y meten a Arturo Hérviz. Le achacan daño patrimonial cuando fue alcalde en Ángel R. Cabada
Los que conocen la historia del PRD veracruzano nos cuentan que Rogelio Franco llegó a los cargos que ocupó en ese partido, incluyendo diputado y dirigente estatal, porque empezó cargando las maletas de Arturo Hérviz, quien más de una década se empoderó en la dirigencia del PRD Veracruz. Arturo Hérviz, Rogelio Franco, Margarita Guillaumín y otros dirigentes de esa época le cerraron las puertas al novel ingeniero Cuitláhuac García, militante del PRD gracias a su padre, Atanasio García, quien en algún momento alcanzó una diputación local que le sirvió para negociar con Fidel Herrera.
El presidente López Obrador tiene la culpa del “mostrito” en el que se convirtió el gobernador Cuitláhuac García. Los padres que tiene hijos saben que no se pueden solapar las pendejadas que los hijos cometan. Y López Obrador le solapó muchas pendejadas a su hijo putativo con “discapacidad política”. Cuitláhuac García tiene todas sus fichas en la apuesta por Claudia Sheinbaum. La “corcholata” Sheinbaum es la única que le garantiza impunidad, es la única que lo libraría de la cárcel. Por ello, en Veracruz sólo la “corcholata” Sheinbaum es bienvenida, y para ella son todos los trabajadores del estado en sus mítines.
Las recurrentes pifias legales que ha cometido el gobierno del estado de Veracruz, mediante la Fiscalía General del Estado de Veracruz, que encabeza Verónica Hernández Giadáns, desde luego bajo consigna de Eric Cisneros Burgos, han evidenciado la ignorancia del ejecutivo local, al defender ante los medios, en meses pasados, la detención de Rogelio Franco Castán.
Ahora resulta que, el SNTE en lugar de velar por los derechos e intereses de los alumnos, agarra el trapeador y se pone hacer el trabajo sucio del gobierno federal. Y es que el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, salió mu gallo para decirle a los gobernadores de oposición que entreguen los libros de texto, ya que, de no hacerlo, podría ser considerado como violencia cultural.
Eric Cisneros Burgos no es escritor de oficio, sin embargo, no se quedó con las ganas de escribir el libro, “La Negritud en Veracruz, de Coyolillo al Sotavento”, al menos eso ha dicho a los medios, que él lo escribió. Dese luego que es meritorio que se hable del papel que jugaron los negros para consolidar algunos municipios en Veracruz, no obstante, tampoco es un tema que convierta el libro en un best seller.
Va a decir Cuitláhuac García que es otro invento de los medios, un montaje de los conservadores. Pero la tarde del jueves se reportó otro, sí, otro robo masivo a automovilistas en la carretera Puebla-Veracruz. Sólo que en esta ocasión sí había policías en la zona. Sólo que, como en otras ocasiones, los policías no hicieron nada. En las redes sociales varios automovilistas subieron imágenes del asalto. Uno de ellos anotó: “Ahí está, para que no digan cuentos. Yo lo estoy viviendo. Asalto en la autopista a Puebla. Aquí están todos estos carros, de regreso. Se regresaron. Se acaban de regresar”.
Miente el presidente López Obrador para desviar la atención de sus acciones miserables. Como todo mundo se dio cuenta de su indolencia en torno al caso de los 5 jóvenes asesinados en Lagos de Moreno, y ante la urgencia de que el tema no le siga haciendo daño, el presidente López Obrador tiene una fórmula efectiva: Mentir.
En septiembre de 2011, desde el puente del boulevard Adolfo Ruiz Cortines en Boca del Río, Veracruz, fueron arrojados 35 cuerpos; frente a Plaza las Américas, justo abajo del palo donde cuelgan impávidos los Voladores de Papantla. Todos recordamos las fotografías. La revista Proceso llenó su portada con todos esos muertos que de inmediato fuero llamados criminales, porque sólo unos criminales merecían una muerte así. Fueron 35 de un solo golpe. Hace unas semanas, 34 cuerpos fueron encontrados en frigoríficos. Al día siguiente más muertos sobre la carretera Poza Rica-Cazones.
Desde hace unos días pobladores de Xalapa, la capital de Veracruz, se mantienen atemorizados luego de que reportaran el caso de dos jovencitas que fueron agredidas por el chofer de un taxi. El primer caso ocurrió en el puente Pabello del Fraccionamiento Rubí, en las Animas. En esa ocasión, la joven relató que tomó un taxi para dirigirse a su trabajo. En el trayecto el chofer intentó abusar de ella y al encontrar resistencia la golpeó hasta dejarla inconsciente, luego la abandonó en un tramo del puente Pabello. El miercoles 16 de agosto nuevamente se dio a conocer un caso similar.