Ciro Gómez Leyva, ¿quién no quisiera tener un perro como ese?
Cuando se descubrió la clase de ficha que era el empresario argentino, cuando la ley ya lo buscaba, incluso cuando confesó su participación con Fernández de Ceballos y Salinas de Gortari para perjudicar a Andrés Manuel López Obrador, Ciro mantuvo su defensa abyecta por el argentino; su fidelidad perruna causó la admiración de los grandes empresarios. ¡Por Dios! ¿Quién no quisiera tener un perro como ese?