Después de la tragedia en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, aparece en las redes sociales evidencia videográfica donde se aprecia a varios policías advirtiéndole a la gente con bidones en mano que se retiraran, ya que era muy peligroso estar en ese lugar. Sin embargo, la gente no hizo caso y prefirieron seguir robando el combustible. Y es que algunos analistas y periodistas se han llenado la boca señalando la omisión de autoridad de las fuerzas armadas que estuvieron presentes.
También se aprecia otro video donde varios sujetos, de forma retadora, enfrentan a miembros del Ejército, es más, algunos de manera altanera se atreven a dañar el vehículo militar con un tubo. De pendejos no los bajan y los sobajan. Se puede ver a los militares aguantando estas amenazas e injurias con estoicismo.
Así que aquellos que ocupan esta tragedia para culpar al presidente, Andrés Manuel López Obrador, y a las Fuerzas Armadas, pues sencillamente están equivocando la ruta. Esta desgracia es consecuencia de la corrupción que fue solapada por los tres últimos presidentes y por la omisión de la aplicación de justicia rápida y expedita de los encargados de hacerlo. De manera que cada quien asuma su responsabilidad en este asunto, y deje de culpar al Ejército y al presidente.
Comentarios