Sería indignante que Francisco C. R., de 54 años, lograra su libertad, luego de que, según fuentes policiacas, apuñalara a su esposa e hija, en Tuxtepec, estado de Oaxaca, durante este fin de semana. También resulta inadmisible que las agresiones contra las mujeres y niñas persistan, debido a la impunidad en cada caso, pues pareciera que el mensaje es el siguiente: «cualquiera puede golpear o asesinar a una mujer, sin que haya sanciones o severas consecuencias».
Y es que ya lo han externado de esa manera grupos defensores de los derechos de las mujeres; sin embargo, los gobiernos parecieran no tener interés o voluntad política para incrementar las penas a quienes incurran en dichas acciones, mismas que, lo único que exhiben es la notoria cobardía de quienes las ejercen.
En este caso registrado en Oaxaca, la mujer y su hija permanecen hospitalizadas; sin embargo, ambas serán obligadas a emitir una declaración de los hechos ante la autoridad ministerial, para determinar si efectivamente fue el detenido quien las lesionó. Lo anterior, pese a que existen testigos que lo señalan directamente. Y es que el sujeto también presenta golpes y algunas heridas en el rostro; sin embargo, es necesario tomar en cuenta que esas lesiones son mínimas comparadas con las ocasionadas con un arma blanca.
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