Los dos rostros de la tragedia que ha llenado de horror al país es de jóvenes. Los que murieron eran estudiantes de cine en Jalisco, Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos se preparaban para cumplir su sueño, ser cineastas. El que los asesinó, el que los diluyó en ácido se llama Omar y le dicen el “QBA”, un rapero con miles de seguidores en YouTube, un rapero que canta canciones en las que exalta la violencia, en las que muestra el resentimiento hacia una sociedad que lo ha marginado; por eso actúa como bestia ante esa sociedad, porque se siente relegado.
Omar, el “QBA” se encargó de deshacer los cuerpos en ácido, él mismo lo confiesa. Por esa labor le pagaban tres mil pesos a la semana. Pero también se presentaba en festivales de rap con mucho éxito. Sus videos en YouTube tienen miles de reproducciones. En el canal de esta plataforma de videos tiene 121 mil 650 seguidores. El “QBA” dice que a los jóvenes estudiantes los confundieron, pensaron que eran del Cártel Nueva Plaza, antagonista del Cártel Jalisco Nueva Generación. Y aunque los jóvenes aseguraron que sólo eran estudiantes, el mismo día que los levantaron los asesinaron.
El “QBA” fue el encargado de desaparecer los cuerpos en ácido. El horror tiene el rostro de un rapero que le canta a la muerte, que exalta la delincuencia, que excita a las multitudes con sus letras llenas de violencia y muerte. «Algo huele a podrido en Dinamarca»; algo huele a podrido en México.
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