Un viaje de ensueño en el Sea Story, un barco turístico dedicado al buceo, se convirtió en un drama marítimo en la madrugada del lunes 25 de noviembre. A pocas horas de zarpar del puerto de Ghalib, en el sureste de Egipto, la embarcación sucumbió ante olas implacables. Ahora, 17 personas permanecen desaparecidas mientras las autoridades intensifican las labores de búsqueda. Con 31 turistas de diversas nacionalidades y 14 tripulantes a bordo, el barco había prometido un recorrido inolvidable por los arrecifes del Mar Rojo. Sin embargo, la experiencia se transformó en una lucha por la supervivencia cuando, a las 5:30 de la mañana, la tripulación emitió un SOS.
Equipos de rescate aéreos y navales respondieron al llamado, logrando salvar a 28 personas. Los sobrevivientes relatan escenas de pánico y valentía, mientras las autoridades investigan si el viaje debía haberse suspendido debido a las advertencias climáticas previas. El incidente pone en jaque al sector turístico egipcio, que depende en gran medida de la atracción que generan estas expediciones. Más allá de su belleza natural, el Mar Rojo es conocido por sus riesgos para embarcaciones pequeñas, desde corrientes fuertes hasta tormentas imprevistas. Operadores turísticos ahora enfrentan preguntas difíciles sobre su capacidad para garantizar la seguridad de sus visitantes.
Con millones de empleos y una economía que depende del turismo, Egipto está bajo presión para fortalecer su infraestructura marítima y asegurar que tragedias como esta no se repitan. Mientras tanto, las esperanzas de encontrar a los desaparecidos aún con vida mantienen en vilo a familias y rescatistas, que desafían el tiempo y el clima para completar la operación.