Tras el hallazgo de la menor de 16 años de edad que fue localizada sin vida al interior de un canal de aguas negras, se llevó a cabo la marcha fúnebre en donde llevaban el ataúd. Las encargadas de cargar el ataúd eran estudiantes de secundaria, compañeras de la occisa. Se les veía su rostro triste, caminaban pegadas unas a otras para aguantar el peso y avanzar al mismo paso, mientras cargaban sobre los hombros el ataúd blanco, adornado por una rosa roja, donde descansaba el cuerpo de su amiga Wendy Yoselyn.
Entre el cortejo que avanzaba se escuchaba que decían: “Te amo mi amor, te amo mi Wendy. Que Dios ilumine tu camino”, eran las palabras de su madre al pie de su ataúd. Muchos sollozaban del dolor que les causaba llevar hacia la tumba a alguien de su misma edad. Cabe señalar que Wendy Yoselyn salió de su casa a dar un paseo con su novio y ya no regresó.
“Ni perdón ni olvido, que encuentren al asesino”, gritaban cerca de 500 personas. La joven Wendy fue encontrada en un canal de aguas negras en Xonacatlán, Estado de México, cerca de donde vivía.
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