Al grito de «ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó», la Reforma Educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador fue aprobada con 381 votos a favor. Según palabras de la propia presidenta de la Comisión de Educación, Adela Piña Bernal, se abroga el texto constitucional surgido de la Reforma Educativa del 2013, así como la Ley del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación con todos sus efectos que tanto dañaron al magisterio nacional.
«Se eliminan las evaluaciones punitivas, ¡nunca más! una evaluación ligada la permanencia en el empleo. Ahora se proponen evaluaciones de carácter formativo, diagnóstico e integral. Para el ingreso y promoción se ponderan los conocimientos, aptitudes y experiencias docentes, pues sólo a través de la educación democrática nacional, intercultural, inclusiva, equitativa y de excelencia, podemos reflexionar y actuar en consecuencia, para poder acabar con la desigualdad, la marginación, la corrupción y la violencia», señaló la diputada, identificada con la CNTE.
Y es que en política nada está escrito, hace apenas unos años era inconcebible imaginarse a la CNTE con una fuerza política tanto dentro de la Cámara de Diputados como en el Senado como la que tiene ahora. Las curules que antes ocupaban los miembros del SNTE ahora son ocupados por los diputados maestros emergidos de la sección 22 de la CNTE. Ese es el precio que tuvieron que pagar por no haber defendido a los maestros.
Comentarios