En otros tiempos llegaban los Pet Shop Boys, Borjk, Smashing Pumpkins, Blind Melon, Los Tigres del Norte, Ana Torroja, Emmanuel y Mijares y hasta Los Ángeles Azules. En la era Cuitláuita sólo brilla Pablo Milanes, no hay nadie más. ¿A quién se le ocurrió que Amandititita podría ser parte de un espectáculo de nivel internacional? En 2014 Cumbre Tajín ganó el Premio XXV a la Excelencia Turística. Pero este año la Cumbre Tajín luce vacía, hay poca afluencia y ante la poca afluencia todo se encarece, porque las ganancias que dejan mil, ahora se las van a exprimir a unos cientos.
Se reporta desolación, la cartelera es muy poco atractiva. Los Aguas Aguas ya fueron, la Maldita y Molotov andan perdidos en el tiempo. Por ahí hubiera valido la pena escuchar a Buika a Susana Harp y por supuesto a Pablo Milanes; para colmo los precios de entrada subieron. Pero eso sí, el gobierno, acostumbrado a echarle la culpa a los demás, puede decir que la culpa es de Dios, quien no se dio cuenta que el 21 de marzo inicia la primavera y en lugar de eso nos prolongó el invierno.
Pero los que han ido a la Cumbre Tajín en años anteriores lo han hecho con buen tiempo y con mal tiempo. Lo que los ha jalado siempre es la zona arqueológica, el espectáculo, la camaradería y la seguridad. A ver si al rato, la señora Xóchitl Arbesú, queriendo levantar el festival, no se le ocurre vestirse de totonaca y aventarse del palo de los voladores o ponerse a hacer el ridículo como lo hizo en España, poniéndose a bailar folclórico. Por cierto, en las fotos Salomón Bazbaz no pudo disimular su descontento.
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