Ciro Gómez Leyva se vuelve a pelear con Epigmenio Ibarra, quien lo acusó de racista y de esconderse en Madrid. Merecido lo tiene Ciro por tenerlo de invitado

Epigmenio
Ciro Gómez Leyva y Epigmenio Ibarra FOTO: WEB

¿Alguna vez ha escuchado usted como defiende Epigmenio Ibarra las acciones de la Cuarta Transformación? La abyección de este sujeto, que pidió un préstamo millonario al gobierno de López Obrador, y que no ha pagado, es abominable. Sus argumentos se basan en una necedad convenenciera, en una posición victoriosa de batallas ganadas a base de trampas. Muchos se han preguntado por qué el periodista Ciro Gómez Leyva aguanta ese sujeto detestable; por qué lo soporta, si a cada rato se está peleando con él. Epigmenio Ibarra publicó un artículo en donde acusa que Ciro Gómez Leyva es parte de un grupo a los que llama profetas, resentidos y racistas.

En el espacio del noticiero de las mañanas Ciro confrontó a Epigmenio: «Es una columna que yo tomo como una agresión. Es una columna que ningún sólo dato insiste en que algunos, entre los que me menciona a mí y se refiere despectivamente a mí y a otros periodistas, nos llama profetas, nos llama resentidos, nos llama racistas». Epigmenio no tenia intenciones de disculparse, sólo trataba de excusarse acusando que el periodista había hecho una mala lectura de su columna.

Entonces Ciro le planteó: «Aprovechas un espacio fuera de esta tribuna para agredir, me agredes a mí, agredes a los reporteros, agredes a Jaime Azcárraga, arremetió nuevamente el periodista». Pero, ¿quién tiene la culpa de los exabruptos de Epigmenio Ibarra? Ciro padece al sujeto ese porque quiere, porque le gusta oler el vomito que el tipo ese arroja. ¿Acaso no corrieron de ese noticiero a Lilly Téllez? ¿Por qué, entonces, no corren a Epigmenio?

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.