En el espacio del noticiero de las mañanas Ciro confrontó a Epigmenio: «Es una columna que yo tomo como una agresión. Es una columna que ningún sólo dato insiste en que algunos, entre los que me menciona a mí y se refiere despectivamente a mí y a otros periodistas, nos llama profetas, nos llama resentidos, nos llama racistas». Epigmenio no tenia intenciones de disculparse, sólo trataba de excusarse acusando que el periodista había hecho una mala lectura de su columna.
Entonces Ciro le planteó: «Aprovechas un espacio fuera de esta tribuna para agredir, me agredes a mí, agredes a los reporteros, agredes a Jaime Azcárraga, arremetió nuevamente el periodista». Pero, ¿quién tiene la culpa de los exabruptos de Epigmenio Ibarra? Ciro padece al sujeto ese porque quiere, porque le gusta oler el vomito que el tipo ese arroja. ¿Acaso no corrieron de ese noticiero a Lilly Téllez? ¿Por qué, entonces, no corren a Epigmenio?