Gobernar es una palabra tomada del mundo de la navegación. Quien lleva el timón, es la persona que gobierna el barco. Contrario a lo que la gente cree, gobernar un barco no es una posición de privilegio, es el mayor cargo de responsabilidad. Del timonel, del gobernador, depende que el barco llegue bien a puerto o naufrague. En Veracruz, durante 6 años tuvimos un timonel estulto, incapaz, que gobernó el barco aquejado por una tara que nunca le permitió tomar buenas decisiones. Pero eso se acabó. A partir de este domingo 1 de diciembre en Veracruz quien llevará el timón del barco será una mujer, Rocío Nahle, quien debe tener muy claro que la empresa que está a punto de iniciar no será cosa fácil.
Gobernar un barco no permite distracciones, no permite la toma de decisiones viscerales, no permite la toma de decisiones a la ligera. Al gobernar un barco el timonel debe pensar en el bienestar de los pasajeros y para ello requiere de una buena tripulación. Es un alivio saber que el segundo a cargo sea Ricardo Ahued, no podía tener la gobernadora a un mejor segundo oficial. Por supuesto, como veracruzanos, deseamos que a este gobierno le vaya bien, porque al irle bien a este gobierno, le irá bien a los veracruzanos.
Hace rato, mucho rato, varios sexenios, que a Veracruz les hace falta un buen gobierno, un gobierno que piense en la gente, no que piense en sus privilegios. Será necesario que, desde el gobierno, al primer nuevo funcionario que crea que las cosas van a ser como antes, se le ponga en su lugar. Esperamos con ansia el primer golpe de autoridad de la gobernadora Nahle, con el que nos dejará en claro que las cosas van a cambiar.