Mala señal manda el gobierno de Claudia Sheinbaum con la desaparición del INAI, un órgano que permitió que los mexicanos conocieran los enjuagues que tenían los hijos del expresidente tabasqueño. Resulta que el día de ayer, con 347 votos a favor y 128 en contra y cero abstenciones, la Cámara Baja aprobó, en lo general, el proyecto de reforma para la desaparición de órganos autónomos, incluido el de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Desafortunadamente se viene una etapa de opacidad para México, ya que ahora, si usted quiere conocer información de algún funcionario o saber si tiene algunos negocios, tendrá que recurrir a la Secretaría Anticorrupción que dirige Raquel Buenrostro, una de las funcionarias más abyectas al expresidente. Esto viene siendo, como poner “la iglesia en manos de Lutero”.
Desgraciadamente, Morena y aliados cuentan con la mayoría calificada para aprobar la iniciativa sin necesidad de negociar con la oposición. De modo que, aquellos ilusos que creían que Claudia Sheinbaum tendría y daría más apertura y transparencia en su gobierno, sencillamente se equivocaron. La actual presidenta salió peor del que se fue a la “Chingada”.