Pero no sólo eso, el avezado periodista apunta hacia uno los responsables de esta inminente derrota, el estulto gobernador de Veracruz, un tal Cuitláhuac García. Dice el periodista: “Quien debía haber cumplido con ese papel, Cuitláhuac García Jiménez, redujo su gobierno a un grupito de familiares, amigos, viejos compañeros de escuela, cómplices, pero nunca entró en diálogo con los veracruzanos, a despertar simpatías y construir consenso para asegurar el voto que iban a necesitar después. Se olvidó de sus promesas de campaña, cerró las puertas del palacio de gobierno con cadenas, permitió el abuso y la corrupción, y él mismo se convirtió en el represor número uno encarcelando a los enemigos políticos de su gobierno sin tener pruebas de las acusaciones que les hizo”.
Lo que seguirá será la rendición de cuentas; entonces “los carniceros de hoy serán las reses de mañana”.