El sábado siguiente el joven perpetró su macabro plan. Primero disparó a su padre por la espalda mientras este se encontraba en la cocina. Luego, al oír los disparos, su hermana acudió y fue recibida con un tiro en el rostro. Posteriormente el joven esperó a su madre y la ejecutó al descubrir los cuerpos de su esposo e hija. Las víctimas, identificadas como Isac Tavares Santos (57 años), Solange Aparecida Gomes (50 años) y Letícia Gomes Santos (16 años), fueron encontradas días después en avanzado estado de descomposición.
El arma utilizada en el crimen pertenecía al padre del joven, quien servía como miembro de la Guardia Civil Municipal de Jundiaí, en São Paulo. El adolescente se encuentra actualmente bajo custodia y enfrenta cargos por homicidio, feminicidio y posesión ilegal de un arma de fuego de uso restringido, además de la profanación de los cadáveres.