En Guerrero Félix Salgado Macedonio quería la gubernatura a como dé lugar. Ya que él no pudo ser el candidato, puso a su hija como candidata de Morena. Para lograr el triunfo aceptó apoyo y dinero de quien fuera, entre ellos a los líderes del crimen organizado. Las consecuencias las están viviendo en Guerrero los ciudadanos y en épocas electorales los aspirantes y candidatos a un puesto de elección popular. Pero no sólo ellos, esta vez el daño colateral fue el jefe de escoltas del alcalde de San Marcos, quien aspira a una diputación local.
De acuerdo con reportes periodísticos, Tomás Hernández Palma, jefe de escoltas «fue encontrado en la parte trasera de una Bodega Aurrera localizada en la colonia Santa Cruz, en el municipio de la Costa Chica de Guerrero; sobre su pecho, le clavaron un picahielo para sostener una narcomanta; a centímetros encontraron su cabeza sobre un charco de sangre».
En la narcomanta los asesinos se disculpan por la escena de horror: «A toda la población en general le pedimos disculpas por estos actos tan feos, y dantescos, pero es la única manera de que, tanto los contrarios, pero principalmente los traidores sepan que aquí no hay perdón, para nadie, el que la hace, la paga, sea quien sea, y del nivel que sea (…) Cero secuestros, cero extorsión, cero gota, cero andar de dedos y pasando información al Gobierno, sino, este será su destino (…) Se les acabó su mina de información. La familia es sagrada y no se toca. ATTE. Ya saben quien!!»
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