Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de México, no ganó el debate presidencial del domingo 7 de abril, sin embargo, se podría decir que él hizo bien su trabajo. El candidato de MC a ratos es un distractor, con esa sonrisa falsa que llenó la pantalla y que en algún momento ya no podía eliminar de su rostro. A ratos se convirtió en un patiño, haciéndole segunda a Claudia Sheinbaum en el golpeteo contra Xóchitl Gálvez. El leitmotiv de Álvarez Máynez fue acusar a Xóchitl Gálvez se ser parte de la vieja política; le echó en cara que Manlio Fabio Beltrones estuviera de su lado, lo mismo que Alito Moreno y otros priistas rancios.
Pero se le olvida al candidato de Movimiento Ciudadano que él fue parte de ese PRI rancio, de ese PRI corrupto que hartó a la ciudadanía y por ello voto masivamente por el cambio que López Obrador prometía; cambio que nunca llegó.
Quien debe de estar muy contento es Dante Delgado, pues el candidato en quien no creía hizo un buen papel, lo hizo quedar bien con el presidente López Obrador. Dante Delgado en esta elección es el cilindrero y Jorge Álvarez Máynez el monito que se lleva los aplausos. Bien hecho, quizá Samuel García, con su enorme ego, no hubiera hecho tan buen papel.
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