Reza el dicho que el pez por la boca muere, y en el caso del presidente López Obrador es cierto. Su boca floja nuevamente lo mete en aprietos con el gobierno de Ecuador. Resulta que después de que el mandatario mexicano dijera que el magnicidio del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio, en agosto de 2023, hizo que cayera la intención de voto de Luisa González, la candidata correísta que lideraba las encuestas, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora Raquel Serur Smeke.
Sin embargo, si usted piensa que el presidente mexicano ahí la dejó, se equivoca, aun se atrevió a decir que después de este asesinato, Luisa González quedaba como sospechosa. Desde luego que, con esas declaraciones, Ecuador lamentó lo dicho por el jefe del Ejecutivo mexicano, a quien tachó de injerencista.
Por lo pronto, después de haber derramado el tepache. Por lo pronto, y gracias a la boca floja del presidente López Obrador, Raquel Serur Smek tendrá que regresar a México. Y todo, porque el presidente no puede controlar su lengua.
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