Una de las situaciones que causa verdadera tristeza en México es ingresar a un supermercado y que a la hora de pagar en la caja registradora un adulto mayor esté encargado de empacar los artículos adquiridos. Otro problema que causa indignación es que al momento de subirse a un taxi un adulto mayor sea el chofer de la unidad. Si bien, algunos dicen que el hecho de que las personas de avanzada edad se mantengan activos les brinda salud hay otros que dicen que este problema se da cuando el gobierno de un país se olvida de llevar a cabo programas efectivos que ayuden a los adultos mayores con problemas económicos. En una entrevista que le hicieron a una persona de la tercera edad identificada como Gloria Zepeda, que labora como empacadora en una tienda de autoservicio dijo que a sus 73 años sólo encuentra empleo en ese tipo de trabajos.
Menciona que su pensión de 2 mil 800 pesos mensuales no le alcanza para vivir. Por ello, desde hace varios años trabaja como empacadora en una tienda. Las palabras de Gloria Zepeda fueron: «Me dieron la oportunidad de ser empacadora cuando me pensioné, porque mi pensión es muy pequeñita, 2 mil 800 mensuales. Me gusta, me gusta mi trabajo, y pues Dios socorre. Tomé esta opción porque ya no me dan trabajo y pues era algo que sí podía hacer, y que me puede dar para vivir».
Cabe señalar que, así como la señora Gloria Zepeda hay miles de adultos que laboran en trabajos denigrantes porque no les queda de otra más que ver la manera de seguir luchando por su propia cuenta. Ante la situación surge una pregunta. ¿En que momento el gobierno de México implementará verdaderos programas de apoyo para los adultos mayores?
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