Dicen que la verdad, tarde o temprano sale a flote, ahora resulta que hay informes que desde el 6 de febrero de este año la Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó que la infraestructura de la vía férrea en la que este lunes se descarriló el Tren Maya «no cumplía con la calidad requerida». En la auditoría se evaluó la construcción de la plataforma y la vía del Tren Maya en el Tramo 3, que va de Calkini a Izamal, en los estados de Campeche Yucatán y advirtió deficiencias en la construcción de la «súper estructura vía férrea», en los pasos vehiculares en las estructuras adicionales, que incluyen accesos, caminos auxiliares. pavimentos. guarniciones y señalización.
La Auditoría Superior de la Federación también detectó que en la plataforma de la vía férrea se observaron durmientes que presentaban desprendimientos de concreto y que en la estación Izamal había durmientes con distanciamiento diferente al requerido, además de trabajos deficientes en tapas, marcos, registros, tuberías y rellenos de los trabajos de sistemas de señalización y comunicaciones.
Pero lo más preocupante, fue que el balasto, la piedra vendida a la Secretaría de la Defensa, tampoco cumplió con las normas requeridas. Y a todo esto, donde anda, Almicar Olán, el proveedor consentido de la 4T.
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