Irineo Domínguez Méndez / Un buen político siempre toma posición en cualquier evento electoral. Evita ser considerado “tibio” y a la vez ser excluido y olvidado; para el caso de ser excluido por algunos grupos políticos, toma decisión propia y marca su posición y territorio. El actual proceso electoral es el marco que prueba y sirve para el reacomodo de fuerzas según los intereses de cada persona y grupo; por ello, vemos cotidianamente adhesiones en favor de X o Z candidato o alianza. Líderes de partidos que no lograron conservar su registro federal y/o local ya definieron a quien apoyarán este 2024. Faltaba solo uno: el joven político Antonio Lagunes Toral, dirigente del extinto partido Redes Sociales Progresistas. Tony, como es mejor conocido decidió estar al lado de la señora Xóchitl Gálvez. Él resurge y sale a palestra manifestando las razones que lo motivaron a apoyar al PAN. Sin renunciar a sus ideales progresistas, declara que la alianza opositora parece más sensata en lo que propone.
Este personaje viene a oxigenar al llamado Frente Amplio, el cual es citado como Frente Angosto por la migración sufrida de sus principales cuadros. El capital político logrado por RSP, sumado al de los tres partidos del frente opositor hace renacer la esperanza de triunfo de algunos contendientes postulados por la oposición; entre ellos, el de Pepe Yunes. Ojalá le cumplan los acuerdos políticos que hayan pactado.
La adhesión de RSP hace muy probable varios triunfos; por ejemplo, obtener una o dos posiciones más en el Congreso local. En el caso de elecciones de mayoría relativa, puede inclinar la balanza en favor de candidatos a diputados sean federales o locales; quien negara lo anterior, baste sugerir realice la sumatoria de los resultados obtenidos por cada partido en el proceso electoral 2021 y saque sus conclusiones. El momento de la adhesión fue muy oportuno si observamos el tartamudeo de la alianza oficialista con los acontecimientos que descubren posibles conductas inconfesables.
Así como se afirma la imposibilidad de mezclar el agua y el aceite, también puede afirmarse la imposibilidad de mezclar a este personaje con los otros dirigentes de la alianza referida. Eso sí, de entrada, es de suponerse la aceptación mutua de propuestas; de la valoración efectuada a los votos que representa RSP, etc. La alianza oficialista ignoró a este dirigente y a su partido; en el pecado llevará la penitencia.
La soberbia es un mal crónico que están padeciendo las dirigencias partidistas; defecto que obstruye analizar correctamente las fortalezas y debilidades de cada partido. La soberbia, desafortunadamente, fue doblegada en las dos alianzas al ofrecer “la zanahoria” a los partidos pequeños, los que se conformaron con las migajas que cayeron bajo la mesa de negociación. Son el PRD y el PT los más perjudicados en el actual proceso electoral que, según opinión de muchos, pueden perder sus registros, tanto a nivel local como nacional; sin embargo, la soberbia provocó excluir invitar a RSP y a este líder local a sus filas; despreciaron más de 200,000 votos logrados en el último proceso electoral pasado. Tal exclusión puede resultar fatal: la muerte política.
El actual proceso electoral es un aliciente para cualquier proyecto político futuro de quienes participen activamente en el mismo. Los actores políticos tienen que tomar posicionamiento en el espectro político y coyuntura actual. “Nadar de a muertito” puede convertirse en realidad: “ser considerado muerto políticamente”. Aceptar la falta de opciones que indiquen un cambio en la forma de gobernar es otra verdad. Por eso reitero la urgencia de un nuevo movimiento nacional que reivindique y luche por el pueblo. Veracruz está sufriendo.
Otro sí digo. – La guerra mediática enrarece y confunde a muchos electores; pudiera provocar abstencionismo.
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