Critican al alcalde Ricardo Ahued porque “despidió” al Cronista de la Ciudad, Vicente Espino Jara. Lo toman como un acto de venganza, ya que Vicente Espino acudió a un evento de Pepe Yunes. Dice Arias Lovillo que es un asunto muy grave, un acto completamente ilegal. Lo que no dice el rector jubilado es que Vicente Espino acudió a un evento político en el horario en el que él debía laborar; pudo haber pedido un permiso económico por ese día y no lo hizo. El mismo Espino Jara lo confesó, «me corrieron por acudir a un evento político». Pensó que se excusaba, pero sólo daba la razón de su renuncia; porque renunció. Las leyes electorales son muy claras, los funcionarios públicos deben mantener una posición imparcial durante los procesos electorales.
Por supuesto, ningún gobernador, alcalde o secretario de estado puede obligar a uno de sus funcionarios a que se afilie o vote por algún partido en particular. Tampoco puede censurarlo ni castigarlo por tener alguna afiliación política distinta a la de él. Sin embargo, el funcionario público sí está obligado a cumplir con las leyes electorales, so pena de ser llamado a cuentas por las mismas autoridades electorales. Si eres funcionario público e ignoras eso, entonces sufre las consecuencias.
Si crees que por el hecho de que otros lo hagan, tú también lo puedes hacer, sufre las consecuencias. Si en el gobierno estatal muchos lo están haciendo, es porque los secretarios de las dependencias dejan que pase, el mismo gobernador deja que eso pase. Por supuesto, el OPLE, que es la ramera del gobierno estatal, no le va a pedir cuentas al secretario de gabinete y menos al gobernador. Pero al alcalde que ha decidido mantenerse imparcial, a ese sí le cargarían la mano.
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