Todos hablan de cómo el Jimmy Lozano no planteó bien el juego contra los Estados Unidos. Pero ¿qué hay de los jugadores? Ya que al final son ellos los que se ponen la camiseta y con honor y entrega deben darlo todo por el orgullo de su país. Alguna vez el comentarista de TV Azteca, Christian Martinolli, expresó que los futbolistas de la Selección Nacional son intocables, que son ellos los que corren a los entrenadores cuando no les parece alguna acción de disciplina. Aumentando las críticas al combinado nacional, Diego Cocca extimonel de nuestro país comentó que al atleta azteca no le gusta trabajar.
«A ver, yo la queja la tomo como algo natural. Está bueno, te quejaste porque trabajaste mucho, sí. Vas a trabajar mucho conmigo. ¿Quieres estar conmigo? Yo te voy a hacer ganar, pero vas a trabajar mucho. Si no quieres estar, dímelo, no hay problema. ‘No, no, mejor me quedo en mi casa, en mi país, en el país donde estoy trabajando y no vengo’. Listo. Ninguno me dijo», indicó el argentino en entrevista con David Faitelson.
Diego Cocca tiene razón, no sólo son los directivos el problema, los seleccionados tienen la mayor parte de la culpa. Se quejan de todo aun y cuando todo lo que ocupan para los entrenamientos es de primer mundo. Los tratan como megaestrellas y, a pesar de que se les exige tan poco, siempre terminan decepcionando.
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