En serio, si te llamas Kalimba y eres cantante, no te cites a solas con mujeres, ni trates de intimar con ellas y mucho menos trates de meterles mano. Dice el refrán: «Crea fama y acuéstate a dormir». Resulta que Kalimba citó a Melisa Galindo, una joven cantante a sus oficinas. Melisa relata: «En ese momento me pareció una buena idea, porque ya lo conocía de tiempo y conmigo se había portado siempre muy bien». Melisa fue invitada a abrir los conciertos de Kalimba. Dice Melisa que después del concierto, cuando en el auto se dirigía con Kalimba al hotel donde se hospedaban, empezaron los tocamientos.
Melisa dice que entrón en shock y que en ese momento no quiso armar lío. Pero lo armó después, pues demandó al cantante por abuso sexual. Por ello en las últimas horas comenzó a circular el rumor de que las autoridades estaban buscando a Kalimba para encarcelarlo, es decir vincularlo a proceso y darle prisión preventiva.
Pero los abogados de Kalimba ya salieron a aclarar que sólo están citando al cantante para ver si hay elementos de la parte acusadora para que se lleve el caso a juicio; lo que suena a una audiencia de vinculación a proceso. Lo que también informaron los abogados es que Kalimba contraataca imponiendo una demanda por daño moral a Melisa, por el daño que los dichos de ella le han causado al honor de su cliente.
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