Como es sabido, entre el siglo XII y el XVI, los mexicas mantuvieron un dominio sobre otros pueblos en el centro y sur de nuestro territorio, como Veracruz, Oaxaca y el Estado de México; en parte gracias a un poderoso ejército, donde destacaba un escuadrón de élite, el del guerrero águila y el guerrero jaguar. Eran guerreros de condición humilde, y llegaban a formar parte de la elite militar por sus méritos en batalla y no porque alguien les otorgara algún nombramiento.
Resulta que hoy, el exsecretario de educación del estado de Veracruz, se aventó la puntada de organizar un ritual para obtener “energías positivas” que le permitan ganar el distrito de Córdoba y ya por ahí, que lo nombraran “Caballero Jaguar”. Como dijeran los ñeros, “no mameyes en tiempos de tunas”.
Es bien sabido que Zenyazen Escobar García, candidato a diputado federal, conoce bien la zona, sin embargo, debe de tener cuidado de parar los rumores de que está haciendo campaña con recursos de la Secretaria de Educación de Veracruz, que dirige actualmente su valedor y florero, Víctor Emmanuel Vargas Barrientos, quien se la ha llevado de muertito.
Por cierto, fue en ese ritual donde los supuestos dioses prehispánicos, encumbraron a Zenyazen como el “Caballero Jaguar”, quien cuidará el agua del río Atoyac, al menos eso se anunció en el boletín de la campaña del morenista. Lo que tienen que hacer los políticos para seguir pegados al chiche del presupuesto.
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