Hasta hace unas semanas Ken Salazar tenía derecho de picaporte en Palacio Nacional. El presidente de México se ha reunido con el embajador de Estados Unidos en México más veces que con cualquier gobernador del país que gobierna. Y es que Ken Salazar se había convertido en un aliado para solapar las artimañas presidenciales que estaban socavando la democracia en nuestro país. Pero desde hace unos meses se ha estado reportando que la relación entre el embajador Ken Salazar y el presidente López Obrador se ha ido enfriando.
Tal vez por ello el embajador, presente en una reunión con algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre ellos la ministra presidenta, Norma Piña, reconoció que los ministros de la SCJN «son parte de una las instituciones más importantes para la democracia de México».
Es todo lo contrario a lo que dice el presidente López Obrador, quien cada semana tiene frases lapidarias en contra del Poder Judicial, al que ha llamado cómplices de los conservadores, cómplices de la delincuencia. Pero Ken Salazar, con la venía del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden le dijo a Norma Piña: «Es para mí un orgullo estar con usted señora presidenta y le pido un aplauso para ellos como servidores».
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