No sería mala idea que alguna alma bondadosa, le recodara al gobernador Cuitláhuac García, aquella frase que dice: «Los carniceros de hoy serán las reses mañana». O aquella máxima bíblica que señala que, «con la vara que midan serán medidos». Esto lo decimos por la saña con la que han tratado a los que consideran enemigos políticos. Vimos como trataron de manera indigna a Rogelio Franco Castán o al secretario técnico del senado, José Manuel del Rio Virgen y ahora vemos como de manera prepotente y por sus pistolas pretendían trasladar aun penal de Guanajuato, al exfiscal Jorge Winckler.
Sin embargo, como la Fiscalía que dirige la espuria Verónica Hernández Giadans, hace todo con las patas, ya fue regresado al penal de Pacho Viejo en Veracruz, debido a que no se ratificó la orden de traslado.
En otras palabras, no pudieron justificar el traslado, ya que antes, tenía que ser consultada la autoridad jurisdiccional quienes deben de autorizar los traslados a un nuevo penal debido a que ellos, son quienes llevan el sistema judicial. Hasta para eso son burros.
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