Pues fue al Vaticano, no para recibir la bendición del papa Francisco, líder de un Dios que ella no reconoce. Fue porque días antes la candidata de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, acudió, en su gira por Europa, a Roma para una visita oficial con el papa Francisco. Y como los de Morena, izquierdosos ateos saben que el 80 por ciento de sus votantes son católicos, pues no podían permitir que Xóchitl Gálvez, quien sí ha manifestado su devoción católica, se quedara con la bendición electoral de Jorge Mario Bergoglio.
Por supuesto, se trata de manipular a las masas; es lo mismo que hace López Obrador desde las mañaneras. Sin embargo, al parecer se han dado cuenta de que cada vez menos personas creen en las mentiras del presidente, cada vez menos personas hacen caso de los llamados a misa del presidente de México.