Algunos de los estados del sureste de México viven sometidos por las bandas del crimen organizado, otros viven sumidos en la pobreza. Los estados del sureste son: Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Pues, como si el sureste fuera el Paraíso terrenal, el presidente plantea, como una solución a la crisis del agua que se vive en el centro del país, que los mexicanos se vayan a vivir a esos estados.
En su conferencia mañanera dijo: «Sí, sí, sí, es bueno el proyecto, porque el agua es fundamental, es necesaria para la alimentación y para el desarrollo, pero ¿por qué mejor no orientamos el crecimiento a donde hay agua? ¿Por qué traemos el agua para acá y no seguimos impulsando el sureste para que se vaya poblando, más si allá está el agua? Claro, significa más desarrollo, bienestar, y esto se va a ir logrando para que no se siga concentrando la población en las grandes urbes, donde ya no tenemos agua».
En Tabasco el Cártel Jalisco Nueva Generación ha operado en contubernio con la policía estatal. En Chiapas los cárteles de la droga están desplazando a las comunidades. En Veracruz y Campeche la estulticia es la que gobierna, Cuitláhuac y Layda son como hermanos gemelos de la estupidez. En Guerrero y Oaxaca sólo se puede vivir si se paga la cuota que piden los narcos. Ese es el sureste al que AMLO pide que nos vayamos para ya no tener problemas de agua. Al parecer el “tutupiche” que le salió en el ojo le hacen decir tonterías.
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