Para el entonces candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei, el papa Francisco era un «hijo de puta que predica el comunismo», «imbécil que defiende la justicia social», «enviado del infierno», «el representante del maligno en la tierra». Estamos hablando de un argentino insultando a otro argentino. Sin embargo, como muchas de las medidas que prometió Milei en campaña para su país, medidas que no se cumplieron, el presidente de Argentina tampoco se sostuvo en sus insultos al «enviado del infierno».
Este domingo en la Basílica de San Pedro Javier Milei y el papa Francisco se abrazaron después de la canonización de Mama Antula, la primera santa argentina de la iglesia católica.
En las palabras que el papa pronunció en favor de Mama Antula, el pontífice le tiró unas buenas pedradas al hocicón de Milei: «Cuántos hombres y mujeres que sufren conocemos en las aceras de nuestras ciudades (…) ¡Y cuántos miedos, prejuicios e inconsistencias, incluso entre los que son creyentes y se llaman cristianos, contribuyen a lastimarlos aún más!». Ahora entendemos más el dicho: “Cae más pronto un hablador (argentino) que un cojo (argentino).
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