Polo Deschamps y el ridículo

MC
El exalcalde de Medellín de Bravo, Hipólito “Polo” Deschamps Espino Barros, fue presentado como el precandidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la gubernatura de Veracruz, en busca de sustituir al mandatario estatal morenista Cuitláhuac García Jiménez FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
- en Opinión

Bernardo Gutiérrez Parra / Vaya suerte; ni 72 horas tenía Polo Deschamps de haber renunciado al PAN, cuando del cielo le cayó la candidatura de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Veracruz que pescó al vuelo. Pero esto se dio mediante un acuerdo previo con Dante Delgado.

¿Cómo se cocinó su candidatura? Por eliminación, porque de otra forma jamás la hubiera alcanzado.

Polo (Hipólito Deschamps Espino Barros) no tenía la menor posibilidad de ser abanderado del partido naranja, hasta que José Manuel del Río Virgen la pensó mejor y declinó a tan alto honor. Lo mismo hizo Sergio Gil Rullán, el líder de MC en Veracruz que dicen que dijo: “Muchísimas gracias, pero no le entro”.

Esto puso en aprietos a Dante Delgado que de tener a dos buenos prospectos se quedó sin ninguno.

Por semanas, el cordobés anduvo ofreciendo la candidatura, pero nadie quiso morder esa insípida y poco apetitosa manzana, hasta que Polo le hincó el diente.

A lo que sí le entró Gil Rullán fue al festejo por la nominación al manifestar que Veracruz necesita un cambio. “Somos la nueva política y queremos el poder para poder cambiar las cosas. Hay una generación de jóvenes construyendo en todo el estado; jóvenes que con el liderazgo, el empuje, la creatividad y el talento de Polo Deschamps van a recuperar la grandeza de Veracruz”.

¡Oooole!

¿Qué hará Polo como candidato de Movimiento Ciudadano? El ridículo. ¿Qué posibilidades tiene de llegar a la gubernatura? Absolutamente ninguna.

Aparte de que va por un partido cuyo máximo histórico en las elecciones es el 9 por ciento de la votación nominal, a Polo nomás lo conocen en su casa y en Medellín de Bravo de donde fue alcalde.

Aunque esto es irrelevante si se toma en cuenta que el papel que representará en este vodevil veracruzano, no será para ganar la gubernatura, sino para restarle votos a la candidatura de Pepe Yunes Zorrilla.

De acuerdo con el plan de Dante, cada voto para Polo será un voto menos para Pepe. Y nada hay que reprocharle al cordobés que está en su papel de esquirol que le asignó Andrés Manuel.

¿Pero cuántos sufragios puede agenciarse un candidato casi desconocido?

Si éste fuera José Manuel del Río Virgen que se ganó la admiración de todos por la resistencia y valentía que opuso a su injusto encarcelamiento (No hay que olvidar que Cuitláhuac García lo envió a la cárcel acusándolo de un crimen que no cometió), otro gallo estaría por cantar.

Y lo mismo pasaría con Sergio Gil Rullán, empático, simpático, carismático y talentoso, que llevaría a MC una buena cantidad de votantes jóvenes que de alguna manera le harían mella al candidato opositor.

Nada de eso pasará con Polo Deschamps porque no lo conocen y puede que el número de votos que obtenga sea tan exiguo que MC pierda el registro.

Por otra parte y así como se vienen las cosas, puede que esos votos (por exiguos que sean) le hagan más falta a Rocío Nahle que a Pepe Yunes.

Mientras eso sucede es bueno aclarar las cosas; Polo Deschamps aceptó hacer el papel de comparsa de vodevil y de pelele de Dante Delgado, disfrazado de candidato de MC a la gubernatura de Veracruz.

Esa es la neta, lector.

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