Nicolás Mollinedo dejó encargado su Rolls-Royce para atender una entrevista con Ciro Gómez Leyva, el santo patrono de las causas perdidas. En la entrevista, un Ciro Gómez Leyva, convencido de que no hay pruebas que constaten las acusaciones en contra de López Obrador sobre haber recibido dinero del narco, fue condescendiente con Nico, el chofer de AMLO. «Yo creo que es algo para golpear al presidente de México, que tampoco veo por qué a estas alturas ya está a punto de irse, yo pienso que es algo por el año electoral que tenemos», dijo Nico, quien por cierto no se opone a que lo investigue la FGR de su expatrón. Olvida Ciro Gómez Leyva que tanto Anabel Hernández y Tim Golden son dos periodistas con mucho prestigio, dos periodistas que tienen una reputación internacional que deben cuidar.
La misma Anabel Hernández ha retado al presidente a que llame a declarar: «Cuando el presidente dice: ‘esto no es cierto’, que es una calumnia, yo le lanzo un reto hoy, ahorita, aquí: que llame a Mauricio Soto Caballero que es exmiembro del Congreso Nacional de Morena».
Sobre si el presidente tuvo encuentros con miembros del crimen organizado, Nico declaró: «No había tiempo de cruzar más que dos que tres palabras (…) nunca dilataba el licenciado mucho platicando con ellos (…) No lo creo yo que se acercaran, pero no, que me constara que se identificaran, pues nadie». Es decir, los encuentros se pudieron haber dado, pero dice que a él no le consta. ¡El pez por la boca muere!
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