La tarde del 27 de enero la policía del Estado de México recibió la llamada de un padre de familia pidiendo ayuda para que encontraran a sus hijos. El padre relató que minutos antes una persona desconocida le marcó a su celular para informarle que tenían a su hija e hijo y que si no les daba la cantidad de 30 mil pesos no los liberarían. El padre, en estado de shock, dijo que sus hijos habían salido de su domicilio ubicado en el municipio de Nicolás Romero y no regresaban. El padre pidió a los policías que lo ayudaran pues no contaba con el dinero que le exigían.
Los elementos de la policía le indicaron que no contestara a ninguna otra llamada hasta que llevaran a cabo las investigaciones. Horas más tarde una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reportó que en un parque cerca del municipio de Nicolás Romero estaban dos menores con las características similares a los niños que supuestamente habían secuestrado.
Cuando los elementos de la policía se acercaron a los menores para hacerles unas preguntas descubrieron que eran los niños que estaban buscando. Los menores fueron trasladados con su padre que al verlos se mostró satisfecho. La policía indicó que este tipo de situaciones se da con mucha frecuencia. Está es una modalidad que utilizan los delincuentes para extorsionar y hacer que sus víctimas caigan en sus redes.
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