Nos enteramos hace poco de quien es el alcalde de Taxco. Nos enteramos también que Taxco, un centro turístico por antonomasia, está siendo acorralado por la extorsión por parte de la Nueva Familia Michoacana. Debido a la extorsión el transporte público se negó a trabajar, las escuelas cerraron sus puertas igual que muchos comercios. A pesar de eso el alcalde de Taxco, Mario Figueroa, quien busca reelegirse por Morena, se fue a España muy quitado de la pena. Pero no fue tan desobligado como se imaginan. Dejó el negocio encargado a personas de su confianza. ¿Nos referimos a la alcaldía como negocio? Por supuesto que no. El periódico Reforma señala que muchos comerciantes de Taxco saben que Mario Figueroa está coludido con los narcos.
Señala Reforma: «El edil morenista es un conocido comerciante de quesos a quien recientemente se le atribuye ser parte de un grupo que está controlando la distribución selectiva de varios productos como lácteos, pollo, huevo, carne de cerdo y de res. Señalan al alcalde Taxco de extorsionador. De hecho, hay comerciantes que aseguran que tienen que abastecerse solamente con los distribuidores y en las bodegas en las que diga ‘Don Mario’ o les puede caer una severa reprimenda. Lo anterior da paso al siguiente cuestionamiento: ¿Será que el alcalde está aprovechando el caos o de plano es cierto que forma parte de la cadena de extorsión junto con los malosos?»
El verdadero negocio del alcalde de Taxco es la extorsión y ese no lo descuida como la alcaldía.
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