Perfect days de Wim Wenders, una oda a la cotidianeidad. Una hermosa fábula que nos enseña que la felicidad está en empezar el día con el propósito de que ese día sea perfecto

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Perfect days de Wim Wenders, una oda a la cotidianeidad. Una hermosa fábula que nos enseña que la felicidad está en empezar el día con el propósito de que ese día sea perfecto FOTO: WEB

Tal vez usted tiene 20 años, quizá 30 y todavía no sabe cómo se puede ser feliz. Tan vez llegados a los 40 ya se ha dado una idea de cómo se puede ser feliz. Pero si llegados los 50 usted no ha entendido de qué trata la vida, necesita ver la más reciente película del director alemán Wim Wenders. Este director alemán en 1984 nos entregó el rostro triste de Natassja Kinski en la película Paris, Texas, en el 2023 nos entrega una película minimalista, ubicada en el Tokio actual, donde reina el caos y la ambición, donde un melón puede costar 200 dólares, pero una habitación (cápsula) de hotel puede costar 437 pesos la noche. Ahí en Tokio vive Hirayama, personaje interpretado por el experimentado actor Koji Yakusho, ganador del premio al mejor actor en el Festival de Cannes.

Hirayama es un hombre que ha pasado los 50 años, un hombre que trabaja con la suciedad pública de Tokio y sin embargo se mantiene pristiño como una mañana de primavera. Hirayama se dedica a limpiar los baños públicos de los parques de Tokio. Sin más complicaciones el guion de la película gira alrededor de los días de Hirayama limpiando baños públicos. Todas las mañanas se levanta, sale a la calle para ir al trabajo, sube a su furgoneta, pone un casete de música de Lou Reed, de Van Morrison o de Nina Simone y se dirige con la mejor actitud, entre el tráfico mañanero de Tokio, a limpiar baños.

Pocas cosas alteran la vida de Hirayama, un día conoce a una amiga de Takashi, un veinteañero que le ayuda con la limpieza de los baños, otro día aparece una sobrina, hija de su hermana rica, otro día se encuentra al exmarido de la mujer que en un bar le sirve la cena y las bebidas. Todo en la vida de Hirayama es tratar de lidiar con el trabajo y los problemas sin que afecten sus días, los cuáles, procura, sean perfectos (Perfect Days).

Acaso esa podría ser un buen comienzo para aquellas personas que no han entendido de qué trata la vida. Wim Wenders nos muestra que hay que empezar el día con el propósito de que ese día sea perfecto. Si por alguna razón no lo es, eso no es excusa para que, al día siguiente, despertemos con la mejor actitud, como Hirayama, quien después de escuchar “Feeling Goog” de Nina Simone sabe que ese día tiene ser perfecto.

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