A la mejor usanza de una película en blanco y negro de los años cuarenta, donde dos compadres se encuentran en una cantina, estos sin reparo alguno alardean sobre su amistad, sus conquistas, y, sobre todo, comentan las penas que comparten. Resulta que, en las mismas, andan Esteban Ramírez Zepeta, presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Veracruz y el gobernador constitucional, Cuitláhuac García. Demostrando su excesiva pleitesía, el cachondo y lubrico líder morenista, dijo que, en el estado, con el trabajo que ha realizado el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, hay una mayor justicia social para las y los veracruzanos.
Si, leyó usted bien, el cebollero líder puso a su alegre compadre como el máximo justiciero vengador en el estado. «En nuestro bello estado de Veracruz hay un enorme avance en materia de justicia social, ese es uno de los grandes logros del gobierno del ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, así por ejemplo y como muestra de ello casi un millón de personas han salido de la pobreza extrema en estos cinco años», señaló. Lo que a este oscuro personaje se le olvida, es que el estado se le está cayendo a pedazos a su compadre.
Prueba de ello, es que hay municipios donde los malandros, secuestran y cobran derecho de piso con la complacencia de las autoridades locales. En ese tenor, Ramírez Zepeta, insiste en que, con Cuitláhuac García, hay un récord de obras y un avance considerable en infraestructura, sobre todo en el área rural, «en las zonas más vulnerables, que es en donde a veces más se necesita la obra pública», agregó un personaje, que ya tiene un pie en la cárcel, si la zacatecana pierde la elección del 2 de junio.
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