Las cifras las dio el propio gobierno de López Obrador en su conferencia mañanera. Tratando de demostrar que la megafarmacia no era un fracaso, lo único que hicieron fue dejar constancia de sí es un gran fracaso. La megafarnacia costó 2 mil millones de pesos, esto sin tomar en cuenta su costo de operación, el sueldo de los empleados, rentas, luz, agua y demás. Los funcionarios de Salud de López Obrador reconocieron que en tan sólo 15 días la megafarmacia sólo ha surtido 67 recetas, es decir, menos de 5 recetas al día.
Por su parte, el periódico El Universal reporta que «la Unión Nacional del Empresarios de Farmacias (Unefarm), que agrupa alrededor de 5 mil farmacias en el país, surte, en promedio, 600 mil recetas a la semana, es decir, un promedio diario de 85 mil 714 recetas». Desde un principio señalamos que la megafarmacia de López Obrador era un proyecto sin pies ni cabeza.
Pues el desabasto de medicamentos en los hospitales de México no se iba a remediar teniendo embodegados millones de medicamentos en un solo punto del territorio mexicano. Los medicamentos deben estar en los hospitales, no en Huehuetoca, Estado de México, a donde llamas y te dicen que el medicamento no lo tienen disponible en ese momento.
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