Hace unos días se dio a conocer el video de unas mujeres de los pueblos wixárikas en donde le pedían al líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera, El Mencho, que les quitara al sujeto que controlaba la plaza en los pueblos del norte de Jalisco; se referían a un tipo al que apodaban “El Rojo”. Las mujeres pidieron que como regalo de año nuevo les diera la cabeza del Rojo. En la conferencia mañanera del presidente una reportera le preguntó sobre ese video, sobre las mujeres y el hecho de que estuvieran pidiendo a un “líder supremo” del crimen organizado que les hiciera justicia en lugar de pedirlo al propio gobierno.
La respuesta de López Obrador ayuda a entender porque las mujeres prefirieron pedir al Mencho el favor y no al presidente de México. Dijo López Obrador: “Se está atendiendo, vamos avanzando. (…) Lo hemos hecho siempre, nosotros desde el principio sostenemos que la seguridad del pueblo es responsabilidad del Estado. Antes, porque esto se dejó en el abandono. Empezando Porque durante mucho tiempo para los corruptos no existían, tampoco existían los jóvenes, acuérdense cómo les llamaban ninis, no estudian no trabajan. Nunca, nunca hicieron nada por los jóvenes”.
La verdad es que el presidente no dijo nada, despreocupado de lo que pasa con los pueblos que viven sometidos por los grupos criminales, prefirió echarle la culpa a los gobiernos que lo antecedieron, pero en él no está la voluntad de librarlos de ese yugo.
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