Con tal de minimizar el tema de la trata de blancas en el país, el presidente López Obrador declaró sobre las jóvenes colombianas que estaban presuntamente secuestradas, que en realidad eran turistas y que se andaban divirtiendo en fiestas particulares. Lo dijo a pesar de que las mismas jóvenes reconocieron que habían sido contratadas para amenizar una fiesta del Cártel Jalisco Nueva Generación. Ahora, el subsecretario de Seguridad, Luis Rodríguez Bucio, declaró que siete de las ocho jóvenes colombianas serán deportadas por haber falseado información a la hora de ingresar a nuestro país. El subsecretario Rodríguez Bucio dijo: «Durante su estancia en la Fiscalía de Tabasco se les otorgó asistencia jurídica, y asistencia psicológica, pero al manifestar no haber sido víctimas de un delito, la Fiscalía sólo recabó la entrevista y posteriormente las puso a disposición del INM por tratarse de personas extranjeras, cuentan con medidas de protección en tanto se realicen las diligencias».
Tal vez por ello, para no despertar sospechas, una de las jóvenes, que había sido presuntamente secuestrada, prefirió declarar que ella y sus compañeras estaban por su propia voluntad en Villahermosa, participando en esas fiestas particulares. La trata de blancas es uno de los negocios más lucrativos por parte de los carteles de la droga.
Muchas jóvenes extranjeras son traídas a nuestro país por enganchadores de los carteles. Por el sólo hecho de pasarlas a México las jóvenes ya tienen una deuda de 120 mil pesos que deberán cubrir realizando trabajos de escorts para los carteles de la droga. Eso es lo que el presidente López Obrador no quería que se supiera. Por ello salió con el cuento de que las jóvenes andaban de turistas de las fiestas en el país.
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