Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
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Suele suceder con el gobernador Cuitláhuac García: cuando los argumentos se le agotan, suele enredarse en explicaciones que lo terminan exhibiendo.
El mandatario estatal no entiende que lo que piden los familiares de las cuatro personas desaparecidas en Ciudad Mendoza, es que se los regresen con vida, no más historias de intriga en las que se acuse a las víctimas de “tener vínculos” con la delincuencia organizada.
En su visita a Río Blanco, el pasado domingo, el presidente le ordenó al gobernador (sí, la expresión es la correcta: “le ordenó”) que informara a los veracruzanos sobre los avances (en caso de que los hubiera) en la investigación sobre la desaparición de cuatro personas en Ciudad Mendoza.
Cuitláhuac García se apresuró a cumplir la encomienda.
A muy temprana hora, este lunes el gobernador citó a conferencia de prensa para mostrar a los reporteros cómo se metía él mismo al fango, al tratar de construir un escenario que se sostiene en alfileres.
El gobernador admite que sigue sin saber el paradero de esos cuatro desaparecidos, pero ya tiene una explicación para esos hechos. Asegura que “al menos” una de las víctimas, Antonio Sánchez López, estaba relacionado con Roberto de los Santos, alias “El Bukanas”, líder de un grupo delictivo que opera en la región de las Altas Montañas de Veracruz.
“Se confirma la hipótesis de que la desaparición de cuatro personas en Ciudad Mendoza tiene su explicación con la disputa entre dos bandas de la delincuencia organizada”, aseguró el gobernador.
El mandatario dijo estar informado (no explicó cómo obtuvo tal información) de que al momento de ser detenido Antonio Sánchez, por los elementos de Tránsito, el propio “Bukanas” habló a la corporación para que lo liberaran y, en represalia porque no acataron su orden, asesinó a un agente de esa corporación.
“No olvidemos que la fiscal informó que Antonio Sánchez López, una de las víctimas -es el que está ahí precisamente sentado- fue uno de los que fue detenido por el tránsito municipal y que la información que se tiene es que en su apoyo asisten las otras tres víctimas a la Dirección de Tránsito municipal y es lo que nosotros obtuvimos como información: que fue “El Bukanas” quien llama a tránsito municipal en defensa de dicha persona retenida y lo que nosotros sospechamos es que en venganza, asesinan al agente de tránsito municipal, esa es la relación”.
Basado en información que “él obtuvo”, Cuitláhuac García construye un escenario en el que, tras la discusión telefónica entre “El Bukanas” y los elementos de tránsito, los agentes (que estarían coludidos con un grupo delictivo contrario al de Roberto de los Santos) se habrían encargado de desaparecer a las víctimas. “Sin embargo, será la fiscal de Veracruz quien determine esta situación”, aclaró.
El 8 de diciembre (hace ya un mes) Antonio Sánchez circulaba a bordo de una camioneta marca Fiat. Regresaba del estado de Puebla, cuando al entrar al municipio de Ciudad Mendoza fue interceptado por los agentes municipales de tránsito, quienes le quitaron los documentos del vehículo y le indicaron que los debía acompañar a las instalaciones de la corporación.
En su auxilio acudieron a las oficinas de Tránsito su jefe, Víctor Manuel Adell Sánchez, y sus primos Honorio e Ileana López Espidio.
Hasta ahí se supo de ellos. Las autoridades ya tienen “una idea” de lo que sucedió, pero siguen sin conocer su paradero.
Pero sus familiares deber conservar una luz de esperanza. El gobernador informó que en aquella zona “hay 120 elementos de Seguridad Pública, de la Comisión de Estatal de Búsqueda y de la Fiscalía de Veracruz, dedicados a localizar a las personas desaparecidas”.
Menos mal.
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Epílogo.
Bien dicen que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. El gobernador de Veracruz atribuyó el sonoro abucheo que la dedicaron los presentes en el acto presidencial de los mártires de Río Blanco a “la época electoral”. *** “Ya estamos en época electoral, ya va a ser muy difícil evitar que se exprese alguien; nosotros debemos garantizar la libertad, puede diferir de mí, quien guste, pero a mi jamás me van a poder acusar de corrupto, y no soy como los que me antecedieron, ni soy como los que estaban ahí, no soy tranza, no me corrompí”. *** Mientras tanto, en el cuarto de estrategia de la candidata Rocío Nahle están midiendo el efecto que puede tener en su campaña el evidente rechazo popular al gobernador actual, surgido de la misma alianza de partidos que la impulsan a ella. De verdad que están preocupados.
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