¡Pues no que ya se había acabado el huachicol! Esa fue la primera batalla que decidió enfrentar el presidente López Obrador allá en 2018, cuando tomó la presidencia de México. López Obrador declaraba entonces que el robo de combustible a PEMEX ocurría porque las autoridades federales y estatales estaban coludidas con los huachicoleros. Finalmente, el presidente claudicó, la batalla se perdió. Pero no sólo eso, sino que ahora todo indica que las autoridades federales y estatales protegen a los que roban combustible. El periódico Reforma reporta que en Veracruz se disparó el robo de gas en un 162 por ciento.
Señala el reporte de Reforma: «En la entidad gobernada por el morenista Cuitláhuac García, los “piquetes” a gasoductos aumentaron en un 162 por ciento de enero a octubre de 2023. Se detectaron mil 3 tomas clandestinas en los primeros 10 meses del año pasado, en comparación con las 382 encontradas en el mismo periodo de 2022, de acuerdo con las cifras más actualizadas de Pemex, entregadas vía Transparencia». Como el mismo presidente lo reconoció, el robo de combustible sólo puede prosperar en un estado que protege a los huachicoleros, o en este caso, a los “gaschicoleros”.
Alguien, perteneciente a las autoridades de Veracruz, se está llevando una gran mochada. Por supuesto, un aumento tan considerable de robo de combustible, pasar de 368 tomas a mil 3 tomas es algo que las autoridades federales y estatales deben haber detectado; es algo que el mismo gobernador debe ya saber y si no, aquí se lo informamos.
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