En la caseta de peaje de Cosamaloapan las filas para pasar por la caseta de cobro son kilométricas. A esto agregue que después de pasar la caseta un retén migratorio reduce los carriles a uno solo. Esto provoca que las filas de tráileres, camiones de pasajeros y autos particulares sea kilométrica. En estos días de fin de año, cuando las personas viajan para reunirse con las familias, este problema debería ser solucionado, pero no es así. En redes sociales se reporta que mientras los transportistas esperan, son asaltados por ladrones que se suben a sus camiones para quitarles sus pertenencias. Un video muestra como un chofer está hablando por teléfono cuando repentinamente un ladrón se sube a su tráiler, le apunta con una pistola, le da de cachazos en la cabeza y lo obliga a entregar su celular y cartera.
Todo esto ocurre en la fila para pasar a la caseta, donde los elementos de la Guardia Nacional esperan sentado a que pasen los vehículos y sean revisados; pero la revisión sólo se da muy de vez en cuando. Por supuesto, los delincuentes saben que tienen a su favor que la fila para pasar es de varios kilómetros, el tráfico está detenido en algunos tramos y la Guardia Nacional no va hacer nada.
¿Por qué este problema que tiene años no se soluciona? Tal pareciera que los encargados de las casetas tienen pacto con los vendedores ambulantes que ofrecen sus productos; o que los elementos de la Guardia Nacional tienen pacto con los criminales, a los que dejan operar sin que ellos hagan un recorrido por esa fila kilométrica que se hace con ese propósito.
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