Quien quiera negar, que México no sufre una fuerte crisis en el sistema educativo, o no está bien informado, o de plano, es chairo. Se esperaba que el gobierno del presidente López Obrador, implementara una fuerte estrategia para superar las secuelas de rezago que dejó la pandemia del covid. Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública se enfrascó en una estrategia llamada, Nueva Escuela Mexicana, en la que se busca una enseñanza en base a una problemática a resolver por alumnos y maestros. Tanto campos formativos y ejes temáticos, conforman una nueva estrategia, que hasta el momento no se puede medir su eficacia.
Por otro lado, las herramientas didácticas que usan los maestros, como son los libros de texto, han sido fuertemente cuestionados por su sesgo doctrinario y su falta de seriedad pedagógica. Y, para a completar el cuadro, los resultados de PISA dejan a nuestro país en serios problemas en lo referente a matemáticas, comprensión lectora y ciencias. De acuerdo con informes del Instituto Mexicano para la Competitividad, alumnos de 15 años de edad, obtuvieron 126 puntos menos que Japón el país mejor evaluado y sólo seis puntos más que Colombia el último lugar.
De modo que México logró el peor puntaje en ciencia En matemáticas retrocedió a niveles similares a los de2003. Hubo una caída de 24 puntos en comparación con 2009 y de 14 en comparación con 2018. Un verdadero fracaso educativo para la 4T.
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