Anilú y Julen

Julen
Julen Rementería del Puerto FOTO: WEB
- en Opinión

Sergio González Levet / 1. Julen Rementería citó a los medios esta semana y en una actitud que lo honra, decidió hacer a un lado sus intereses personales, sus gustos y sus deseos más profundos.

Con una acción llena de valentía, de congruencia y de amor por Veracruz, el senador panista y coordinador de sus iguales en la Cámara Alta anunció que se bajaba de su aspiración de ser candidato del Frente Amplio por México a la gubernatura del estado en la elección del año próximo.

Julen entendió que lo mejor en este momento es apoyar al candidato que tiene las mejores posibilidades de competir y ganar ante la candidata de Morena, toda vez que el aparato público gubernamental está volcado en cuerpo y alma (lo que es decir: con empleados obligados a participar y con mucho dinero desviado del erario) en favor de la zacatecana Rocío Nahle García.

Y fue más el ex alcalde porteño y ex diputado cuando anunció que se suma con todo su esfuerzo y su capacidad en favor de Pepe Yunes Zorrilla -un candidato extraordinario-, y que por eso está dispuesto a trabajar codo a codo con quienes en otros tiempos fueron sus adversarios políticos de otros partidos (PAN y PRD).

Pero todavía más: también confirmó que irá por la unidad dentro de Acción Nacional, con el fin de que los grupos internos sumen sus fuerzas en favor del inminente Frente Amplio por Veracruz y de sus candidatos.

2. Anilú Íngram Vallines convocó ayer a los medios de comunicación estatales para informarles que, después de 20 años, deja el PRI porque no está de acuerdo con la forma en que Alito Moreno está manejando el partido, y en particular por la forma desaseada y mentirosa con la que se comportó en el cambio de dirigencia del Comité Directivo Estatal de Veracruz.

Anilú está enojada, mucho y con razón, por las imposiciones y los engaños del dirigente nacional del PRI, que se dedicó a tomarle el pelo a un grupo significativo de priistas prestigiados que creyeron que en su partido pervivía la democracia interna.

Y además sin ningún motivo, porque no hubo nada más gratuito que los engaños de Alito a los distinguidos cuadros que se agruparon en el Grupo Veracruz y que impulsaban la aspiración de Fernando Kuri Kuri para que liderara en Veracruz al Revolucionario Institucional.

3. Queda para la memoria el contraste entre la decisión tomada por el senador Julen Rementería y la actitud mostrada por la diputada local Anilú Íngram.

Julen se vio maduro, inteligente, contenido en favor de Veracruz.

Anilú se mostró -perdóname amiga mía de tantos años y tan querida- despechada, indignada, manejada por su emoción.

De acuerdo con las bajezas de Alito, pero ¿deben pagar los veracruzanos tan alto precio como continuar con los gobiernos morenistas que tanto le han hecho daño al estado? ¿Dejar el PRI de Alito de esa manera no es al mismo pasarse a un grupo igualmente peor? ¿Y el daño que Cuitláhuac y su gente le han hecho a nuestra tierra? ¿Y la amenaza de que una zacatecana sin escrúpulos llegue a la silla principal de Veracruz?

¿Son buenas compañías los ahora ex priistas que se fueron a entregar a Claudia Sheinbaum, es decir a Andrés Manuel López Obrador?

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