Bernardo Gutiérrez Parra / Hace un par de años y en charla con el Grupo de los Diez, el senador panista Julen Rementería manifestó su deseo de contender por la gubernatura de Veracruz. En aquella ocasión hizo un esbozo de las dolencias que padece la entidad y las enumeró, pero además planteó soluciones para combatirlas.
Como lo vi muy seguro de obtener la candidatura le pregunté cuál sería su reacción si el elegido era Pepe Yunes y palabras más, palabras menos me dijo: “Pepe es un gran activo no solo para su partido (el PRI) sino para Veracruz. Si en la contienda interna resulta favorecido, con gusto me sumaré a su candidatura”.
Y lo cumplió, aún cuando Pepe no es candidato oficial de la alianza PAN, PRI y PRD ya que como ironía para el propio Julen, el PAN aún no le da su apoyo.
Este martes y mediante un video subido a sus redes, Julen hizo pública su declinación en favor del legislador peroteño: “En las próximas horas me pondré en comunicación con Pepe Yunes para cerrar filas en torno a su proyecto y poder acompañarlo, primero en su proceso de selección como candidato, después en su campaña sin restricciones de tiempo ni condiciones. Veracruz es más importante que cualquier aspiración personal…”, indicó.
Esto no debió gustarle nada al gris y anodino líder estatal del PAN, Federico Salomón, que lleva semanas haciéndose el remolón diciendo que la alianza aún no se construye y que está a la espera de los tiempos de su partido.
Pero miente el señor; la alianza está construida, solo falta echarla a andar.
Pero Salomón es terco. Aunque sabe que desde hace semanas existe un acuerdo nacional PRI, PAN y PRD para que el tricolor proponga candidato a la gubernatura en Veracruz (lo que al final sucedió), Federico ha dicho en privado que ese honor le corresponde al PAN por ser la primera fuerza de la oposición.
Después de que el PRI destapó a Pepe Yunes como su candidato, Julen dejó correr el tiempo. Y cuando vio que nadie objetó esa candidatura, decidió darle madruguete a su partido con su apoyo al diputado tricolor.
Pero Julen no va solo, lleva con él a miles de seguidores panistas que lo querían de candidato, pero que ahora votarán por el aspirante del tricolor en una elección donde cada sufragio contará un mundo.
Tras la decisión de Julen, que nadie se llame sorprendido si más adelante se suben al carro de José Yunes más actores políticos principalmente del Partido Verde que han sido relegados por los morenos de Veracruz y andan ardidos… muy ardidos.
Veremos.
Futuro halagüeño para Lima Franco
En mi columna de ayer dije que más de la mitad de quienes conforman el gabinete de Cuitláhuac García han sido señalados de meterle las manos al cajón del erario, por lo que están reprobados como funcionarios. Esto provocó que varios lectores me preguntaran si hay alguien que se salve de la quema. Y la respuesta es sí.
El titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, es a no dudar el mejor secretario de cuantos tiene Cuitláhuac en su gobierno. Y si tantito me apuras lector, el mejor en esa cartera en los últimos doce años.
Cuando el doctor Lima Franco llegó a esa secretaría, se encontró con un caos económico y financiero que hubiera hecho correr a otro con menos temple.
Discreto pero eficaz, el joven funcionario se puso a trabajar y hoy las finanzas en Veracruz están sanas, tanto, que la entidad se ha vuelto a ganar la confianza de las calificadoras internacionales.
Esto provocó que lo candidatearan una senaduría o a una diputación. Pero siguiendo la conseja de que dice; “cuando algo funcione bien no lo muevas”, el gobernador ha decidido no moverlo y le pidió que lo acompañe en la recta final de su gobierno.
Por lo anterior, Lima Franco anunció que no buscará ningún puesto de elección popular sino que permanecerá en la titularidad de Finanzas hasta el término de la actual administración. Lo que dio paso al rumor de que si Rocío Nahle gana la gubernatura lo ratificará en la Sefiplan.
¿Será? Veremos.
Lo cierto hasta ahora, es que el doctor José Luis Lima Franco es un elemento valioso que nunca estará de más en el organigrama de la 4T.
Los analistas financieros que nada saben de sentimentalismos ni de compromisos políticos, sino de capacidad y resultados, le auguran un futuro prometedor después del 2024.
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