Hay que estar muy dañado como para estar escuchando las peroratas complicadas y descabelladas del presunto analista político Alfredo Jailfe. El único mérito de este señor es que se ha mantenido fiel a López Obrador, incluso en sus derrotas. Pero hoy que la Cuarta Transformación se ha encumbrado, este analista político también se encumbró. Jalife, quien trae pleito comprado con Tatiana Clouthier, vaya usted a saber por qué, declaro que quien fue secretaria de Economía con López Obrador se robó el litio, un recurso natural que ni siquiera se ha explotado; también dijo que la Tía Tatis entregó el país a los americanos. Tatiana se molestó con el amigo de López Obrador y por ello lo denunció por los delitos de difamación, calumnias y violencia política; olvidó la Tía Tatis que Jalife es amigo de la 4T.
La tarde del martes Alfredo Jalife fue detenido por las autoridades de la Ciudad de México. Ah, pero bastó con que el presidente estuviera pendiente de su amigo para que la fiscal Ernestina Godoy liberara a Jalife: «Ya lo más importante es que se liberó a Jalife. Estuvimos pendientes hasta en la noche para que se procurara su libertad. Tiene que ver con un estado (Nuevo León), tiene que ver con la Fiscalía Estatal o Procuraduría de Nuevo León, pero tiene que ver también con un derecho constitucional con el artículo Séptimo, la libertad de las ideas y eso pues también nos atañe, si no de manera directa o no nos corresponde a nosotros resolverlo sí tenemos que garantizar la libre manifestación de las ideas, que no haya censura».
Ahora sí se acuerda de la libertad de expresión, ahora que la censura tiene que ver con un amigo de la 4T. Como dice la máxima juarista: «Para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas».
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