Después de haber hecho el ridículo a nivel nacional por la inexperiencia y novatez de Samuel García, Movimiento Ciudadano queda en riesgo de perder su registro a nivel nacional. Su fundador, Dante Delgado ha perdido el respeto de miles de seguidores que vieron como las siglas del partido fueran usadas para servir como esquiroles del ejecutivo federal.
Hoy Movimiento Ciudadano no tiene mucho de donde escoger para suplir al candidato “fosfo”, es más, aunque lo tenga, los electores se han dado cuenta que la franquicia de Dante Delgado solo pretende, hacerle el caldo gordo a la candidata del presidente López Obrador, por lo que será muy difícil, que el partido naranja recupere nuevamente credibilidad y seriedad.
Hoy Dante Delgado, es sinónimo de ridículo y de ambición por el poder. Con el sainete de Nuevo León, al veracruzano se la cae la careta y deja al descubierto a un sujeto que pensó que sería fácil engañar a los mexicanos, hoy el ex presidiario, se muestra como lo que es, un vulgar ambicioso.
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