Dijeron que el niño esperaba su turno en una hamaca, pero nunca creyeron que ocurriría tal tragedia. Cuando se percataron del accidente era demasiado tarde, pues el menor ya no contaba con signos vitales: «El niño jugaba con el mecate de la hamaca, todo sucedió en un pequeño segundo», explicó una testigo a la Policía que investiga el caso.
Los padres del menor contaron que todos los días mandaban por las tortillas a su hijo, dijeron que nunca había ocurrido un accidente por lo que tenían confianza en que regresaría sano y salvo. Tanto el padre como la madre se encuentran destrozados por lo sucedido. La policía inició una investigación para esclarecer los motivos y determinar responsabilidades.