A veces uno quisiera equivocarse. Hace unos días comparamos a Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc con Layda Sansores; obvio la de Cuauhtémoc menos ajada. Pero en su forma de actuar, en lo protagonistas y esperpénticas son iguales. Sandra Cuevas, que se molestó porque su amado Adrián Rubalcava, alcalde con licencia de Cuajimalpa, no fue el candidato del Frente Amplio para el gobierno de la CDMX, declaró que su relación con el Frente se encuentra en pausa. Pero no sólo eso.
Porque no ella ni su amado fueron tomados en cuenta para ser candidatos, ahora se desquita creando el “Bloque diamante”. ¿En qué consiste ese bloque? Sandra Cuevas dice que a petición de los vecinos y liderazgos de la Cuauhtémoc no dejar entrar a políticos oportunistas a nuestras calles. Y a los que se atrevan a entrar los van a recibir a huevazos.
Así como lo oye. Sandra Cuevas se ha de acordar de los huevazos que le lanzaron, de los empujones y golpes que recibió cuando ella quiso hacer proselitismo en la Central de Abastos, que pertenece a la alcaldía de Iztapalapa. Habrá que esperar a ver si es cierto, habrá que ver si la señora se atreve a cometer esa arbitrariedad. ¿Se la aplicará a la Sheinbaum? ¿Se la aplicará a Xóchitl Gálvez?
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